jueves, 23 de octubre de 2014


El Periodo Clásico Mesoamericano

El Clásico mesoamericano (200-900 d.C.) la cronología varía en cada área cultural, sin embargo, es una etapa en que las artes, y sobre todo el urbanismo y la arquitectura, gozaron de gran esplendor. Asimismo, la prosperidad del comercio, el poder y bienestar de las élites y el desarrollo del calendario, la escritura y el conocimiento astronómico son rasgos importantes del Clásico mesoamericano. Todo esto gracias a la eficiencia de las técnicas agrícolas, el crecimiento demográfico, la mayor división del trabajo y especialización e incremento del intercambio comercial.

El inicio del Clásico se manifiesta a partir del aumento y concentración de la población, creciente división del trabajo, producción de bienes dedicados al intercambio regional y desarrollo de redes comerciales, jerarquización creciente de las aldeas y los centros regionales, profundización de las diferencias de clase social, aparición de señoríos de linaje, complejidad en los sistemas de numeración, calendario y escritura.

El Periodo Clásico mesoamericano se caracteriza por la consolidación de la urbanización, durante la primera parte de esta época, la principal ciudad estado será Teotihuacan en el altiplano central y las ciudades mayas del norte de Yucatán. Aunque en este periodo la guerra era un factor importante, nunca alcanzó la trascendencia que le impusieron las culturas del Posclásico. En contraste, la religión ocupó un lugar importante en la estructura social como auxiliar del poder político. Presumiblemente, el clero monopolizaba el conocimiento de la astronomía, la matemática, la escritura y hasta el comercio y la política.

El comercio jugó un papel importante como elemento de cohesión entre los mesoamericanos. Teotihuacan fue un centro articulador de la mayor parte de los intercambios y era una ciudad cosmopolita para su época. Otro de los rasgos principales fue el urbanismo, las ciudades eran cuidadosamente planificadas y trazadas como centros administrativos y religiosos, así como complejos productivos y nodos comerciales. El Clásico se caracteriza por un notable florecimiento cultural.

Debido a la urbanización del periodo, se hizo posible el surgimiento de la dicotomía campo/ciudad. Por lo cual una parte de la población se asentaba a las afueras de las ciudades y se dedicaban a los trabajos del campo para satisfacer las necesidades básicas de la gran urbe. Otras actividades económicas de los teotihuacanos eran la producción artesanal y el comercio de larga distancia. En ambos casos, existió una importante especialización y, debido a la demanda, se hizo necesario modificar técnicas para producir masivamente.

Además de Teotihuacán en el valle central, durante el Clásico mesoamericano se dio el florecimiento de otras culturas en todo Mesoamérica, en Oaxaca se desarrolla en los valles centrales la ciudad de Monte Albán, ciudad construida por pueblos zapotecos en un cerro que en su mayor apogeo tuvo población de 15 a 30 mil habitantes. La ciudad se hallaba subdividida en 15 grandes barrios, que correspondían bien a un número igual de linajes o bien, a grupos incorporados de actividades económicas.

Por otro lado, en toda la región maya se construyeron numerosos asentamientos humanos y grandes centros ceremoniales y políticos, además de los edificios claramente destinados al culto, y construcciones que servían para actividades administrativas, sistemas de drenaje y aprovisionamiento de agua potable. Numerosas casas habitación que muestran los distintos estratos sociales, mercados, plazas y otras edificaciones, que revelan una estructura de poder religioso y civil bien organizados. Sus principales centros ceremoniales fueron Tikal, Piedras Negras, Comalcalco, Palenque, Yaxchilán, Bonampak, Tulum, Edzná, Cobá, entre muchos más, pues en la zona maya se gestaron un sinfín de ciudades estados que no lograron tener un poder unificado como lo hubo en el altiplano central.


Los grandes estados mesoamericanos, incluidos Teotihuacan, Cholula, Monte Albán, Tajín, Palenque, Tikal y Copán, perdieron su poderío durante el periodo comprendido entre los años 600 a 900, sin que una sola causa sirva para explicar el declive. Los centros políticos dependientes de aquellos estados clásicos se erigieron en nuevas y poderosas unidades políticas regionales que tuvieron una duración efímera. En forma sucesiva y con distintos ritmos, las nuevas ciudades alcanzaron su auge y se colapsaron al incrementarse la competencia comercial y agudizarse los conflictos armados. Los pobladores formaron nuevos centros de poder, con marcada pluralidad étnica, en emplazamientos estratégicos con urbanismo y arquitectura defensiva, como Tula, en el actual estado de Hidalgo; Xochicalco, en Morelos; y Cacaxtla, en Puebla.




Teotihuacan, Montealban y Tikal. Algunos de los principales centros ceremoniales durante el periodo clásico mesoamericano 










Para que aprendas más, mira y analiza el siguiente vídeo. 





También puedes ver este video para que conozcas más sobre Teotihuacan.  




No hay comentarios:

Publicar un comentario