viernes, 24 de octubre de 2014

El Epiclásico.

Para comprender las características del Posclásico mesoamericano, es importante revisar previamente el periodo de transición llamado Epiclásico (700-1000 d.C), el cual será una fase de reorganización territorial y política. Durante este periodo.

El Epiclásico nos permite caracterizar el periodo que transita desde el declive de Teotihuacán hasta la aparición de nuevos centros de población y nuevas formas complejas de organización social y política en la Cuenca de México. Es un periodo de transición marcado por las constantes migraciones que incluyen no sólo el área de Mesoamérica, sino de Aridoamérica.

Aparecerán pequeñas comunidades, relativamente dispersas, que junto con las migraciones, provocará la proliferación de comunidades multiétnicas y, también, de pugnas por la definición de los territorios que se iban ocupando. Se da un paso de las sociedades teocráticas a sociedades militaristas, a pesar de que el militarismo fue una constante de Mesoamérica, en ésta etapa jugará un papel primordial, lo que se evidencia en los cambios arquitectónicos hacia sitios fortificados y en zonas potencialmente defensivas como montañas. También inicia el uso de iconografía bélica como en Cacaxtla y en la religión, los dioses de la Guerra pasan a ocupar en el ideario mesoamericano los principales centros ceremoniales.

En este periodo, a raíz de la desaparición del papel hegemónico de Teotihuacan, sitios como Xochicalco, Cacaxtla y Cantona experimentaron un fuerte desarrollo con expresiones culturales propias. Como culminación de ese proceso surgió Tollan-Xicocotitlan (650-900 d.C), mejor conocida como Tula, fundada por el pueblo Tolteca-chichimeca y que definirá una tradición cultural que tendrá gran influencia a futuras comunidades de la cuenca.

Tula será el principal poder político de los valles de México y Puebla-Tlaxcala, alcanzando influencia en lugares tan distantes como la península de Yucatán, El Salvador y Nicaragua, de hecho, las características arquitectónicas de Chichen itza son muy similares y es evidente la influencia tolteca.

El nacimiento, auge y declive de Tula como ciudad (Arqueológica y mítica) va de la mano con el mito de Quetzalcóatl como gobernante y sacerdote. La importancia cultural de Quetzalcóatl y la mítica Tula que gobernara, llegará hasta el Posclásico en la intención de los nuevos centros urbanos, particularmente de la Triple Alianza, de apoderarse de la historia y declararse herederos no sólo de Teotihuacán, sino de los Toltecas. 



Tula se caracteriza por los llamados "Atlantes" que son en realidad columnas que sostenían el techo del principal centro ceremonial de la ciudad. 


Otra de las grandes influencias de los Toltecas en toda el área mesoamericana son las esculturas antropoformas conocidas como Chac mool





Conoce más sobre el Epiclásico y los Toltecas mirando este video.  







Si te interesa conocer el mito y la importancia de Quetzalcoatl en la cultura mesoamericana, puedes echarle un ojo a esto.  





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